Tal
día como hoy, el 23 de Octubre de 1907, Francisco González Guinán
encuentra el Acta de la Independencia de Venezuela, perdida desde
1812.
En
sus memorias hace referencia al libro que escribió sobre ese
fortuito acontecimiento Relata que en la ciudad de Valencia, el Sr.
Ricardo Smith, su amigo y colaborador, estando de visita en casa de
la Sra. María Josefa Gutiérrez (viuda de Spinola), observó un
libro grande de aspecto vetusto, colocado sobre un mueble.
"...Lo
tomo en sus manos, y al abrirlo vio que contenía actas del Congreso
de 1811. Entonces dijo a la señora, con quien cultivaba estrecha
amistad: Présteme usted este libro para que de él tome notas mi
amigo el Dr. González Guinán, que está escribiendo la historia de
Venezuela. La señora concedió.
A
las 10 de la mañana del 23 de octubre nos reunimos Smith y yo en la
sala de su casa de habitaciones, situada en el barrio de Candelaria.
«Aquí esta el libro», me dijo, mostrándomelo colocado sobre la
mesa de mármol cercana a la puerta de la antesala; y luego me
agregó: «contiene también el original del Actas de
Independencia»
Mi
sorpresa fue extraordinaria. Abrí el Libro y aceleradamente me
impuse de su contenido. A medida que lo ojeaba ensanchábase mi
corazón, y algo así como un vértigo invadía mi cerebro. Era el
vértigo del patriotismo. ... Entonces dije a mi amigo: Ricardo, este
Libro no es tuyo, no es de la señora Navas Spínola, no es mío,
porque es de todos los venezolanos; y ya que la Divina Providencia ha
querido que por tu valiosa mediación venga a mis manos, de ellas
habrá de pasar a la Patria, su única propietaria, representada por
su primer Magistrado, Señor General Castro. Además, soy miembro de
la Academia Nacional de la Historia y por disposición del gobierno
escribo actualmente la historia de Venezuela, y es con ese doble
carácter que tomo este Sagrado Libro"
González
Guinán, quien había roto relaciones con el presidente Cipriano
Castro desde 1904, consideró prudente comunicar la buena nueva al
citado Presidente. Refiriéndose al libro antes publicado; cuyo
prólogo el creyó prudente citar al escribir su obra póstuma, y yo
creo igualmente necesario traerlo a colación para conmemorar la
efemérides de ese descubrimiento:
"Prólogo.
El
providencial hallazgo del Libro 2° de las actas del célebre
Congreso Constituyente de Venezuela de 1811, en el cual se encuentra
el Acta solemne de la Independencia, ha producido en el país una
poderosa y universal impresión de júbilo patriótico. Autoridades y
ciudadanos han celebrado el suceso. La prensa lo ha divulgado y
comentado. El entusiasta Presidente de la República le ha otorgado
la debida importancia y ordenado el digno y patriótico destino del
Magno Libro; y el Presidente de Carabobo, rindiendo tributo a las
glorias patrias, dispone que los talleres tipográficos del Estado
recojan en un volumen todo cuanto se ha escrito, oficial y
particularmente con referencia al
providencial
hallazgo.
El
lector encontrará, pues, en la presente publicación todo lo que he
podido recopilar, desde mi anuncio al Sr. Presidente y Restaurador de
Venezuela, hasta las felicitaciones que bondadosamente me han sido
dirigidas por la parte que en el suceso me asignó la Divina
Providencia. Es posible que haya omisiones, porque no han llegado a
mi poder todos los periódicos que del asunto se ocuparon.
El
Acta original de nuestra independencia nacional venía perdida desde
1812, varias publicaciones se habían hecho de ella, desde la que
apareció en las columnas de El Publicista Venezolano, número 2,
correspondiente al 11 de julio de 1811. En todas las actas publicadas
del Texto de la célebre Declaratoria aparece igual, pero hay
disparidad en el número de los firmantes, circunstancia que denunció
en un opúsculo publicado en Caracas en 1884 el acucioso e ilustrado
Señor Dr. Arístides Rojas. "
Facilitadora
Marysol Quintero
No hay comentarios:
Publicar un comentario