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AÑOS DEL NATALICIO DEL
GENERAL EZEQUIEL ZAMORA
El 1 de
febrero de 1817, nace Ezequiel Zamora, el general del pueblo
soberano, el líder del ejército de tierra y hombres libres y
principal conductor de los hechos de la guerra federal.
Ezequiel
Zamora fue el líder más importante de las avanzadas políticas y
militares que ejercieron las clases pobres de Venezuela en contra de
las clases dominantes que resultaron de la República después de
1830.
Sus padres
fueron Alejandro Zamora y Paula Correa, modestos tenderos
pertenecientes al estrato de los “blancos de orilla” y
descendientes de inmigrantes españoles originarios de las Islas
Canarias. Durante los primeros años de su niñez recibe la
rudimentaria instrucción que podía brindarle una zona rural todavía
convulsionada por las luchas independentistas.
Su vida se
caracterizó por estar teñida del espíritu romántico de los
personajes liberales de su tiempo. Se unió a la causa liberal en la
época de Antonio Leocadio Guzmán, fundador del partido liberal y
adversario de la oligarquía terrateniente dirigida por José Antonio
Páez.
En 1846,
producto de las contradicciones entre las élites políticas y el
malestar de la clase desposeída, cuyas garantías habían sido
negadas desde la misma independencia, Ezequiel Zamora, se pone al
frente de un importante movimiento militar enarbolando las consignas
del liberalismo radical, ¡Respeto a los Campesinos! ¡Horror a la
oligarquía!
En 1858,
conspira junto a líderes liberales para tumbar al gobierno.
Descubierta la conspiración es obligado a huir del país,
refugiándose en Curazao.
El 20 de
febrero de 1859, desde Coro, comienza el movimiento militar que
conocemos en la historia como la Guerra Federal. Esta marcará y
transcenderá su carrera política y militar hasta nuestros días.
Aunque al frente de la revolución se encuentra el General Juan
Crisóstomo Falcón, el General Zamora logra encarnar en su persona
todo el mando militar y ser el Alma de ella, consiguiendo un
considerable número de triunfos a favor del ejército de la
Federación.
La guerra
federal fue un conflicto armado que tuvo lugar en nuestro país entre
el 20 de enero de 1859 y el 24 de abril de 1863. Las bases de este
conflicto bélico se remontan al comienzo del gobierno de Julián
Castro, desde mayo hasta julio de 1858. Es considerada como la
contienda más larga de nuestro país después de la Guerra de
Independencia. En ésta se enfrentaron los conservadores y los
liberales, bandos políticos que luchaban por gobernar el país desde
1846. Pero en el fondo lo que se inició desde esta fecha era una
guerra social entre terratenientes y campesinos.
Para
Zamora, la Federación implicaba una profunda democratización de la
sociedad. Sus palabras de febrero de 1859 son muy elocuentes a este
respecto: “La Federación encierra en el seno de su poder el
remedio de todos los males de la patria. No. No es que los remedia,
es que los hará imposibles…Volveremos la espalda, ya para siempre,
a las tiranías, a las dictaduras, a todos los disfraces de la
detestable autocracia” (Landaeta, 1961: 286). Zamora significó un
liderazgo diferente al ejercido por los caudillos tradicionales que
surgieron en Venezuela a lo largo del siglo XIX; Zamora representaba
los genuinos intereses de las masas campesinas, de los desposeídos,
que nuevamente enarbolaban la “guerra social” que había desatado
Boves en 1813, con el fin de destruir el poder político y económico
de la oligarquía, y construir en cambio una nueva sociedad basada en
nuevos principios políticos, cuyo respeto y aplicación estricta,
pensaba Zamora, permitirían la felicidad del pueblo.
En la
Guerra Federal coexistieron dos intereses en el bando liberal: unos,
que deseaban promover la constitución de un régimen de libertades
formales, democrático burgués, que limitara el poder que hasta el
momento había mantenido la oligarquía heredera de los mantuanos de
la colonia; este sector estaba integrado en lo fundamental por
personajes ilustrados y que pertenecían a sectores sociales
poseedores (sobre todo terratenientes), y estaba liderizado por Juan
Crisóstomo Falcón y Antonio Guzmán Blanco. Los otros, la mayoría,
los campesinos y algunos intelectuales radicalizados, que pregonaban
las reivindicaciones igualitarias que permanecían sin cumplirse
desde la guerra de independencia; esta era la fracción que
encabezaba Ezequiel Zamora.
Bajo la
dirección de Ezequiel Zamora, la campaña del Ejército Federal
condujo a sucesivas derrotas de los godos en 1859. El 10 de diciembre
de ese mismo año, en la batalla de Santa Inés (estado Barinas),
quedaron diezmados los conservadores, y se abrió el camino hacia
Caracas y la victoria definitiva. Después de Santa Inés, Zamora se
dirigió hacia el centro del país a través de Barinas y Portuguesa,
pero antes de aproximarse a Caracas resolvió desalojar a los restos
conservadores de la ciudad de San Carlos.
Ezequiel
Zamora muere, víctima de un disparo traicionero que venía desde el
campanario de la iglesia en la plaza San Carlos (estado Cojedes), el
10 de enero de 1860, cuando se encontraba en ese lugar, asediando a
los restos derrotados del ejército de la oligarquía conservadora.
El 13 de septiembre de 1872 sus restos fueron trasladados a Caracas y
colocados en la iglesia de la Santísima Trinidad, actual Panteón
Nacional.
Zamora,
fue un digno interprete de las contradicciones y necesidades
populares de su tiempo, fue la llama que revivió el espíritu
combativo y soberano de nuestro pueblo, supo ubicarse al lado de los
intereses de los oprimidos, de los esclavos, de los campesinos
hambrientos y sin tierra, Zamora representa la dignidad de nuestro
pueblo en su lucha por la emancipación.
La
Revolución Bolivariana representa la continuidad en las luchas
contra un sistema dominante que privilegia a pocos sobre la desgracia
de muchos, hoy a 196 años de su nacimiento seguimos enarbolando las
banderas del General del Pueblo Soberano y seguimos la lucha contra
la oligarquía opresora y en la búsqueda y construcción de un
sistema basado en la igualdad y respeto de la condición humana, un
sistema de tierras, hombres y mujeres libres, un sistema en donde
como diría Ezequiel Zamora: “No habrá pobres ni ricos, ni
esclavos ni dueños, ni poderosos ni desdeñados, sino hermanos que
sin descender la frente se traten bis a bis, de quien a quien”.
Facilitadora
Marysol Quintero
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