José F. de San Martín nació en Yapeyú el 25 de
febrero de 1778. En 1781 su familia se trasladó a Buenos Aires;
vivieron en una casa en la calle Piedras.
Tanto su madre, Gregoria Matorras, como su padre,
Juan de San Martín, nacieron en España, en Castilla la Vieja. Juan
de San Martín era coronel, y en 1774 fue nombrado teniente
gobernador de Yapeyú. Tuvieron cinco hijos; José de San Martín era
el menor de los hermanos.
En 1784 San Martín llegó con su familia a
España. Entre 1789 y 1811 dio sus primeros pasos en la milicia en el
Regimiento de Murcia, como cadete; luego, ya con mayor rango,
participó en las campañas de África y de Europa.
San Martín tomó contacto en Londres con la Gran
Reunión Americana, sociedad patriótica ligada a la masonería
(grupo que proclamaba la igualdad, la libertad y la fraternidad).
El 9 de marzo de 1812 regresó a Buenos Aires para
ponerse a las órdenes del gobierno patriota y al servicio de la
emancipación en América. Creó el Regimiento de Granaderos y se
convirtió en coronel el 7 de diciembre de 1812. A mediados de ese
año fundó, junto con Alvear (poner el nombre de pila), una filial
de la Logia de los Caballeros Racionales, que rebautizó con el
nombre de Logia Lautaro. El nombre fue tomado de un cacique araucano
que se sublevó en el siglo XVI contra los españoles.
El 12 de noviembre de 1812 San Martín –que
tenía 34 años- se casó con María de los Remedios de Escalada.
Ella lo ayudó en la formación del Ejército de los Andes: fundó la
Liga Patriótica de Mujeres, y donó sus joyas para ayudar a la
campaña. María de los Remedios falleció el 3 de noviembre de 1823.
Fruto de ese matrimonio fue su hija Mercedes, que
nació en Mendoza el 23 de agosto de 1816. Mercedes se embarcó con
su padre hacia Europa el 10 de febrero de 1824, y el 13 de diciembre
de 1832 se casó en París con Mariano Balcarce. Murió en esa ciudad
el 28 de febrero de 1875.
El 3 de febrero de 1813 José de San Martín tuvo
su bautismo de fuego en territorio americano, en la batalla de San
Lorenzo, que se convirtió en su primer triunfo en estas tierras.
HACIA LA LIBERACIÓN
El 29 de enero de 1814 San Martín asumió el mando del Ejército
del Norte (que dirigía Manuel Belgrano). El 10 de agosto de ese año
se convirtió en gobernador intendente de Cuyo.La gobernación de Cuyo no era un cargo político codiciado, pero lo colocó en el lugar indicado para desarrollar su plan de liberación: cruzar la Cordillera, expulsar a los españoles de Chile y, luego, avanzar hasta el Perú, bastión realista de América del Sur. Cuando asumió el cargo, el Cabildo mendocino le ofreció una casa que el Libertador no aceptó; pero además, decidió cobrar sólo la mitad del sueldo que se le había asignado.
En 1816 se aprobó su plan para liberar Chile y Perú.San Martín y Bolívar son considerados los dos libertadores más importantes de Sudamérica de la colonización española. En la Argentina se lo reconoce como el padre de la Patria y se lo valora como el principal héroe y prócer nacional. En el Perú se lo reconoce como libertador del país, con los títulos de «Fundador de la Libertad del Perú», «Fundador de la República» y «Generalísimo de las Armas». El Ejército de Chile le reconoce el grado de Capitán General.
EL EXILIO EN EUROPA
El 11 de febrero de 1824 el Libertador se embarcó hacia Europa.
Allí siguió trabajando para consolidar la Independencia.El 23 de abril llegó al puerto francés de El Havre. Su presencia despertó sospechas: sus papeles fueron incautados y revisados por sus antecedentes revolucionarios, pero sus documentos le fueron devueltos. El 4 de mayo se embarcó con su hija a Inglaterra, y poco después se radicó en Bruselas.
En 1825 escribió las famosas Máximas para mi hija.
En 1829 San Martín llegó a Buenos Aires pero no desembarcó: se negó a tomar partido en las luchas internas. Regresó a Europa.
En 1830 dejó Bélgica y se trasladó junto con su hija a Francia. En 1834 compró una casa en Gran Bourg.
ÚLTIMOS DÍAS Y LEGADO
En 1844 redactó su testamento en París.En 1846 ofreció sus servicios a Rosas. Dos años después, se trasladó a Boulogne-sur-Mer, donde falleció el 17 de agosto de 1850.
Sus restos fueron repatriados en 1880, y actualmente descansan en un mausoleo construido dentro de la Catedral porteña.
En casi todas las localidades argentinas hay una plaza, una calle, una escuela o un club con el nombre de San Martín. Y, en muchas, hay monumentos en su homenaje (incluso, en 1951, fue inaugurada una estatua de San Martín en el Central Park de Nueva York).
Facilitadora
Marysol Quintero
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