El 10 de Julio de 1786 nació Antonio Ricaurte, en Villa de Leyva (Colombia), un oficial del Ejército neogranadino que se destacó durante la Guerra de Independencia en la Gran Colombia.
Ricaurte contrajo matrimonio con la hija del prócer Joaquín Camacho de Tunja, quien fue su impulso para comenzar en la burocracia colonial con el cargo de escribano de cámara.
Fue un combatiente victorioso en los enfrentamientos con los federalistas, lo que permitió que se uniera al Ejército granadino de Simón Bolívar, con el objetivo de liberar a Venezuela con la Campaña Admirable.
Hijo
de Esteban Ricaurte Mauris y de María Clemencia Lozano Manrique,
Antonio Ricaurte estudió en el Colegio Mayor de San Bartolomé entre
1799 y 1804, y contrajo matrimonio con Juana Martínez Camacho,
sobrina del prócer Joaquín Camacho de Tunja, quien le ayudó a
entrar en la burocracia colonial con el cargo de escribano de cámara.
Llegó a Venezuela con el grupo de oficiales granadinos de 1813.
Participó
en los hechos revolucionarios del 20 de julio de 1810 en Bogotá como
criollo rebelde contra el régimen colonial; por su actuación
decidida, sus compañeros lo llamaban «El Chispero». Los jefes
revolucionarios le encomendaron la vigilancia del virrey Antonio Amar
y Borbón en el Tribunal de Cuentas. Cuando se organizaron las
milicias patriotas, Ricaurte fue incorporado al batallón de
infantería de Guardias Nacionales, con el grado de teniente.
En
los años iniciales de la Primera República de la Nueva Granada,
cuando se presentó la división partidista entre centralistas y
federalistas, Ricaurte apoyó al precursor Antonio Nariño y a los
partidarios del centralismo y participó así en la primera guerra
civil granadina. Intervino en los combates del Alto de la Virgen en
Ventaquemada en donde sus tropas fueron derrotadas el 2 de diciembre
de 1812 y posteriormente en el de San Victorino en Santafé el 9 de
enero de 1813 que culminó con el triunfo de los centralistas.
En
1813, se alistó en el ejército neogranadino que se organizó a
solicitud del entonces brigadier Simón Bolívar para luchar por la
libertad de Venezuela, en la expedición conocida como Campaña
Admirable (1813), apenas compuesta inicialmente por 300 hombres a los
que fueron uniéndose muchos más a medida que avanzaban, hasta
entrar triunfalmente en Caracas. En este primer Ejército Libertador
de neogranadinos y venezolanos se destacó en los combates de La
Grita (13 de abril), Carache (19 de junio), Niquitao (2 de julio),
Taguanes (31 de julio) y otros.
A
partir de febrero de 1814 se produjo una serie de encuentros entre
patriotas y realistas en un área que comprende desde el lago de
Valencia hasta San Mateo, es decir, en lo que se conoce como los
valles de Aragua. En la casa alta de la hacienda San Mateo, propiedad
de Simón Bolívar, se colocó el parque cuya custodia fue
encomendada al capitán Antonio Ricaurte y a una pequeña tropa de 50
soldados. Durante el ataque realista, Francisco Tomás Morales se
apoderó del Ingenio, y al mismo tiempo, una de sus columnas, bajando
por la fila de Los Cucharos tomó la «casa alta».
El
25 de marzo de 1814 en los valles de Aragua, en la hacienda San
Mateo, propiedad de Simón Bolívar, El Libertador, al verse sitiado
por el jefe español Francisco Tomás Morales y para evitar que el
parque de municiones perteneciente al ejército patriota cayera en
manos de los realistas, Ricaurte prendió fuego a la pólvora e hizo
volar el lugar, pereciendo junto con aquellos que se hallaban dentro
del recinto. Tan drástica medida permitió entonces a Bolívar
aprovechar el desorden del momento y lanzar un contraataque con el
cual reconquistó la casa principal de la hacienda, hoy Museo
Histórico Antonio Ricaurte.
“En
el campo sangriento de Marte libertad a la patria ofrendó la proeza
inmortal de Ricaurte, que en tierra aragüeña su Olimpo encontro"
Facilitadoras
Marysol Quintero
Yuleisi Sosa
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